PRESENTACIÓN

Es una alegría para mi, el poder introducirles a ustedes las glorias del brahmacarya. Brahmacarya es la vida de un estudiante célibe que recién comienza a comprender cual es la responsabilidad de haber nacido en un cuerpo humano. Generalmente se asocia la practica de brahmacarya con la vivencia en Gurukula, la escuela del Guru, o la vivencia en un ashram, bajo los estrictos principios de la vida monástica. En sinopsis se puede decir que brahmacari o brahmacarini es un hombre o una mujer estrictamente célibe que usa su tiempo para servir a su maestro espiritual, para servir a los Vedas y a toda la humanidad. El concepto brahmacari también tiene otras aplicaciones prácticas, por ejemplo, se usa el termino grihasta brahmacari para aquellas parejas que usan la vida sexual única y exclusivamente para invitar hijos a sus familias y al mismo tiempo son muy dedicados al servicio de los ideales espirituales. Swami BA. Paramadvaiti

martes, 19 de mayo de 2009

Conservación de la energía vital.


Con el desarrollo de la energía sexual en la juventud llega la madurez, la cual significa un desarrollo físico. Las teorías psico-sexuales modernas en occidente consideran sólo el cuerpo físico, sin embargo, ese análisis está lleno de carencias, por no tomar en cuenta el cuerpo sutil o la conciencia. Por ejemplo, este modelo sugiere que una descarga periódica de semen es necesaria luego de que uno alcanza la madurez. Al alcanzar la madurez, de acuerdo a esta propuesta, no hay más una necesidad interna de retener el semen. Sin embargo, ésta no es de ninguna manera la opinión unánime de la comunidad científica.

En la propuesta de los sabios del pasado, la cual considera realidades más elevadas, se presenta un uso alternativo para la energía sexual, pues la propuesta popular occidental se encuentra en la línea de un pensamiento donde no existe gran valorización del regalo divino, y donde tratamos de explotar los diferentes recursos para luego arrojar todo como si fuera basura.
La propuesta espiritual nos invita a un reciclaje de la energía sexual, la cual crea un mayor balance en la ecología del cuerpo, y el resultado de esto será una vitalidad en aumento, a nivel físico y psíquico. Los fluidos sexuales, cuando son retenidos, aumentan la vitalidad en todas partes del cuerpo. Por ejemplo, cualquier atleta masculino estará temeroso de tener una emisión nocturna la noche anterior del partido. Después de todo resulta razonable proponer que el semen, el cual es un instrumento para la reproducción de las células, sirva, cuando es retenido, para producir y generar vitalidad interna.

En una oportunidad, Mahatma Gandhi escribió: “El horror con el que la literatura antigua se dirigió a la pérdida innecesaria del fluido vital, el semen, no era una superstición nacida de la ignorancia, pues de seguro es algo criminal para un hombre el permitir que su posesión más preciosa sea arrojada por nada”.

Pitágoras, el padre fundador de la geometría, enseñó que existe una conexión directa entre el semen y el cerebro. Él advirtió que la pérdida de semen debilita el cerebro, mientras que su conservación sirve para nutrirlo.

En el libro “Secretos Taoístas del Amor”, se comenta: “Dado que una simple gota de semen es el hogar de semejante energía vital, la pérdida frecuente de este fluido, priva a los sistemas corporales de los más preciosos nutrientes y acelera el decaimiento físico e inevitable hacia la vejez. El retener esta semilla dentro del cuerpo es el primer paso para optimizar nuestra salud”.

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