PRESENTACIÓN

Es una alegría para mi, el poder introducirles a ustedes las glorias del brahmacarya. Brahmacarya es la vida de un estudiante célibe que recién comienza a comprender cual es la responsabilidad de haber nacido en un cuerpo humano. Generalmente se asocia la practica de brahmacarya con la vivencia en Gurukula, la escuela del Guru, o la vivencia en un ashram, bajo los estrictos principios de la vida monástica. En sinopsis se puede decir que brahmacari o brahmacarini es un hombre o una mujer estrictamente célibe que usa su tiempo para servir a su maestro espiritual, para servir a los Vedas y a toda la humanidad. El concepto brahmacari también tiene otras aplicaciones prácticas, por ejemplo, se usa el termino grihasta brahmacari para aquellas parejas que usan la vida sexual única y exclusivamente para invitar hijos a sus familias y al mismo tiempo son muy dedicados al servicio de los ideales espirituales. Swami BA. Paramadvaiti

miércoles, 22 de julio de 2009

Seminario:"El Sexo y la Evolución de la Conciencia"

La función original.


"El servicio es la función constitucional eterna del alma o jiva. La jiva puede servir para buscar su felicidad personal egoísta, o puede servir buscando el bien absoluto de todos. Cuando busca su propia felicidad trata de relacionarse con otra persona, que constituye el objeto más grato para sus sentidos, y trata de disfrutar con ella en una pseudo relación de amor. ¿Por qué a esto no lo podemos llamar verdadero amor? ¿Qué será el verdadero amor?
De ninguna manera podemos llamarlo verdadero amor porque el concepto de amor trae consigo la idea de querer el mayor bien para la persona querida. Pero en este caso sólo se busca el mayor placer personal. Si este goce personal no es obtenido, la otra persona deja de ser querida, sea esposa, hijo, padre, madre o lo que sea. No se ama a la persona, sino al placer que se obtiene de ella. El principio del amor mundano está fundado entonces en el gusto o disgusto personal de un individuo. Toda su relación amorosa estará destinada a obtener de ella el mayor placer personal. A veces esto no puede verse tan claro por que también hay momentos difíciles en la relación, que requieren paciencia y sacrificio. Esta etapa difícil se supera por un lado gracias al apego desarrollado entre ambos, o porque es más fácil mejorar la relación que buscar una nueva. Pero cualquier análisis más profundo nos permitirá descubrir que la base de la relación es un placer personal basado en qué me gusta y en qué no me gusta.

Este amor que también es lujuria, básicamente es individual y egoísta. No puede crecer y abrazar a otros seres. Se basa en la desconfianza y la envidia. Esta lujuria no es amor, aunque así la llaman los mundanos que siempre lo vician todo. Esta lujuria es la explotación sensual de un ser con otro, por imposición o acuerdo mutuo.

Entonces tenemos que el falso amor es lujuria. En él no hay participación de lo divino. Es egoísta, ciego, y explotador, y como no conduce a los frutos del verdadero amor, causa frustración, ignorancia y dolor, y persiste por el apego o el hábito por el pecado. Esta es una satisfacción explotadora y egoísta, llena de intriga y celos. En todo caso decimos que no podemos llamar al acto sexual un acto de amor. Es más bien el acto más concentrado del placer egoísta, en el cual cada sentido ciego busca su propia satisfacción.
A diferencia de esto, en la mente del que busca el amor verdadero desaparece el afán por el beneficio personal. Entonces se sabe o se intuye que un amor más grande puede traer felicidad a todos por igual.
Por otro lado, en algunos existe el engaño más grande al pretender que la relación sexual es la máxima expresión en la relación amorosa. Aunque pocas personas sinceras van a reconocer esto abiertamente, sabemos que el aspecto sexual predomina en la relación de las parejas en general. Incluso se ha adoptado el mal término de "hacer el amor". Realmente "hacer el amor" significa cantar los santos nombres de Dios con el propósito de limpiar el corazón y bendecir a los demás.
Hacer el amor significa diseminar el conocimiento trascendental para sacar a las almas del dolor material. Cuando amamos a una persona, queremos aliviar su situación de dolor. Los vaisnavas son así llamados los amantes supremos, porque ellos tienen la capacidad de ayudarnos a despertar nuestra función original como eternos sirvientes de la Suprema Persona, y además quieren llevarnos al mundo de amor de Krishna". (Srila Atulananda Acarya )

viernes, 10 de julio de 2009

Venciendo el deseo sexual.


Sri Krishna aconseja en el Bhagavad Gita Cap.2 verso 70, que uno controle su mente, o al menos evite su influencia negativa, por el simple hecho de ignorarla:

apuryamanam acala-pratistham
samudram apah pravisanti yadvat
tadvat kama yam pravisanti sarve
sa santim apnoti na kama-kami

“La persona que no se perturba por el incesante fluir de deseos -que entran en ella como los ríos al océano, el cual, aunque siempre se está llenando, permanece calmado-, es la única que puede encontrar la paz, y no el hombre que se esfuerza por satisfacer dichos deseos”.

De esta manera vemos que por el simple hecho de tolerar, podemos evitar ser arrastrados por la influencia de los deseos materiales que se alojan en la mente como semillas de pecado.
Muchos pensamientos absurdos por lo general entran en la mente contaminada, pero si en lugar de satisfacerlos los ignoramos, naturalmente se irán pronto. Lo más aconsejable es practicar la austeridad de la mente, la cual consiste principalmente en pensar en cómo servir más y mejor al maestro espiritual.

Srila Bhaktivinoda Thakur ha sugerido a los devotos que son hostigados por deseos morbosos del disfrute sexual, que mediten en el pasatiempo de Krishna cuando mató al demonio Sankhacuda, quien quería disfrutar de las gopis.

El Srimad Bhagavatam (3.28.32) dice que podemos vencer el deseo sexual por meditar en las cejas de Krishna. Este verso afirma que grandes sabios son protegidos por meditar en las cejas del Señor. Podemos entonces meditar en la Deidad local o en una imagen de Krishna que sea de nuestra inspiración.

También podemos meditar en algunas otras consideraciones prácticas que nos ayudarán en nuestra determinación:

a) La belleza corporal es ilusoria, pues se acaba con el tiempo.
b) La vida sexual no trae felicidad, más bien genera lo contrario.
c) La ocupación tanto en el sexo lícito como en el ilícito nos enreda en este mundo.
d) Tenemos un compromiso con el Guru desde el momento de la iniciación.

Srila Bhaktivinoda Thakur dice en su Sri Godrumacandra Bhajan Upadesa:
“Oh, amigo, el placer que finalmente se obtiene de las relaciones sexuales se torna en temor y lo desvía a uno del verdadero objetivo de la vida. Sólo adora al Señor Gouranga, la luna de los residentes del bosque de Godruma, e intoxica tu mente con las melosidades nectáreas del Santo nombre”.

El impulso sexual es llamado Cupido, o Madana, el cual es muy difícil de superar, “pero aquellos que se han rendido a Mí”, dice Krishna en el Bhagavad Gita (7.14), pueden superarlo fácilmente”, esto es debido a que incluso Cupido se atrae por Krishna. Somos atraídos por Cupido, pero Cupido es atraído por Krishna, por lo tanto Krishna es conocido como Madan Mohan.
Si no somos controlados por Madan Mohan a través de nuestra desinteresada rendición, seremos controlados por Madan Daha, o por el fuego de Cupido.

Sri Yamunacarya dijo: “Desde que escuché de los encantadores pasatiempos del Señor, las propuestas de vida sexual se han vuelto abominables para mí, y ante el más leve pensamiento de disfrute sexual escupo ante dicho pensamiento”.


En el Srimad Bhagavatam (6.1.15) se dice:

kecit kevalaya bhaktya
vasudeva parayanah
agham dhuvanti kartsnyena
niharam iva bhaskarah

“Solamente una persona que ha adoptado el servicio con devoción, completo e impoluto a Sri krishna, puede desarraigar las semillas de las acciones pecaminosas sin ninguna posibilidad de que revivan. Ella puede hacer esto por desempeñar servicio con devoción, tal como el Sol puede disipar la neblina con sus rayos”.

La alternativa sustancial y amorosa se encuentra en el servicio que generosamente guru y vaisnavas nos ofrecen, pues como dice el dicho, “el que me da servicio me bendice”.
No hay pastilla, mantra, tantra, yantra, kavacha o piedra astrológica que reemplace la verdadera fórmula mística para superar los deseos sexuales, la cual nos compromete a tomar siempre más responsabilidad en el servicio con devoción..

Algunos devotos a veces comentan que sienten más agitación sexual después de haber llegado a la conciencia de Krishna que antes, y no saben bien cómo interpretarlo. Esto puede verse así en algunas ocasiones, porque las reservas de deseos dormidos dentro del corazón se han vuelto más manifiestas. No quiere decir que haya aumentado la lujuria, sino más bien que ésta se está purificando poco a poco.
Usualmente se da el ejemplo de un cuarto que se limpia después de un largo tiempo. Todo el polvo y la suciedad, los cuales estaban escondidos en los rincones, saldrán a la superficie. Al comenzar a limpiar el cuarto realmente parecerá que se ha vuelto más sucio, pero lo cierto es que el cuarto estaba lleno de suciedad anteriormente, pero debido a que no hubo un esfuerzo por limpiarlo, la suciedad pasaba inadvertida.
El resultado final será que el cuarto se vuelve limpio de una manera en la que no estuvo antes, es decir, quedará del todo limpio. De la misma manera, al comienzo del proceso del canto los deseos salen del corazón, pero si seguimos cantando gradualmente irán desapareciendo.

El primer deber de un ser humano.



En los antiguos tratados filosóficos de la India, se explica que el control de los sentidos y de la mente es el primer deber ocupacional para quienes han recibido el regalo de Dios en la forma de un cuerpo humano. De no cumplir con él, la persona será arrastrada por los diferentes impulsos de sus sentidos a una gran variedad de circunstancias desfavorables, las cuáles a su vez generan una reacción kármica.
Hoy en día las personas que se encuentran buscando su satisfacción temporal y egoísta, llegan a utilizar muchos argumentos, e incluso muchas pseudo filosofías, para justificar el inapropiado uso de sus sentidos, pero ninguno de estos argumentos descansa sobre los valores superiores de la vida; por lo tanto, estos argumentos tampoco las pueden conducir hacia su felicidad superior y permanente.
Comprendiendo esto, es más fácil entender que sin un verdadero control de los sentidos y de la mente nunca podremos encontrar la paz interna, ni tampoco ser capaces de practicar una verdadera religiosidad, y mucho menos desarrollar un respeto genuino hacia el prójimo; por lo tanto, sin el control de los sentidos y de la mente, no podremos esperar una sociedad sana y pacífica.
La práctica de brahmacarya es el sendero por el cual toda la riqueza interna del ser humano puede ser despertada.

Significado de Brahmacarya.



El significado más amplio de la palabra brahmacarya es:

brahma carati iti-brahmacarya
“Actuar en una plataforma plenamente espiritual.”

La práctica de brahmacarya se encuentra presente en todos los varnas y asrams. Estos a su vez son estructuras formales que persiguen la esencia de la vida espiritual; en otra palabras, podemos decir que son estructuras organizativas y orientativas, de acuerdo a la naturaleza particular de cada sujeto, y a la consideración de tiempo, lugar y circunstancia. Pero la esencia detrás de esto es la práctica de yukta vairagya, el correcto camino que deja de lado la vida material y nos ayuda a dedicarnos a la vida espiritual; o a abandonar nuestro placer egoísta para ocuparnos plenamente en incrementar el placer de Dios.

Así pues, el deber de todo ser humano consiste en despertar su conciencia como sirviente de la voluntad divina, y es en este sentido que la práctica de brahmacarya se vuelve esencial para nosotros; sólo a través de ésta podemos canalizar mejor nuestra energía para aplicarla en el servicio divino. Además en ella se refleja la fuerza, sinceridad, determinación y pureza que queremos alcanzar en relación a nuestro acercamiento a la verdad absoluta.

De este modo entendemos que brahmacarya, como parte de la cultura védica de todos los tiempos, es puesta en práctica por todos y cada uno; sean estos hombres o mujeres, jóvenes solteros (conocidos justamente como brahmacaris), personas casadas (conocidas como grihasta brahmacaris), o renunciantes (conocidos como vanaprasthas o sannyasis).

El apropiado uso de la sexualidad.



Brahmacari hace referencia a alguien que es entrenado en los valores superiores de la vida. Brahma viene de la palabra verdad, y el que busca la verdad es un brahmana, por lo tanto brahmacari es aquel que estudia la verdad. El verdadero brahmacari practica el celibato, puesto que para él el celibato es el fruto maduro de su vida consagrada, y lo hace no como una restricción artificial impuesta, sino que practica su vida espiritual con una gran satisfacción, porque además cuenta con sus referentes y guardianes espirituales, y con hermosas motivaciones que lo entusiasman a prácticar su vida espiritual con gran gozo.

Actualmente la información con la que contamos al respecto de que la vida sexual es una diversión a través de la cual "disfrutaremos más de la vida", y la creencia de que "cuanto más vida sexual se tenga, en diversas partes y momentos, y con muchas y diversas personas, mejor uno lo pasará", pero esto es en realidad una gran mentira. Esta clase de publicidad, hoy en día, es tremenda y se encuentra lejos de los conceptos de moralidad; como consecuencia de esto, los efectos secundarios son más negativos de lo que uno puede imaginarse.
Es por eso que les entregamos ahora este antiguo conocimiento que proviene de los Vedas, el cual tiene la capacidad no solamente de resolver esta clase de problemas que padece el mundo actual, sino que también nos dan una guía sabia y confiable para utilizar la sexualidad apropiadamente.
Es a través del entrenamiento correcto, bajo la luz adecuada, que todas las personas pueden descubrir la maravillosa experiencia que la práctica del brahmacarya nos ofrece, otorgándonos paz interna, riqueza espiritual, salud, autocontrol, veracidad, y libertad en todos nuestros actos y pensamientos.

"No es mi postura el permitir que se mezclen innecesariamente los sexos opuestos en la convivencia dentro de nuestros asrams, especialmente para el cultivo de la bramacharya. De cualquier modo, esto debe ser manejado con gran prudencia, para evitar que las personas que carecen de comprensión espiritual interpreten mal la visión de los Vedas y se vuelvan homosexuales o fanáticos, o simplemente arruinen la posibilidad de formar una linda familia". (Srila B.A. Paramadvaiti Swami)

Visiòn Correcta



A través de la historia los materialistas han escrito miles de libros acerca de la relación hombre-mujer, la cual es muy compleja, ya que por lo general al principio es como néctar pero al final es como veneno, pero aun así no han podido resolver este misterio que les inquietaba, pues ellos siempre han visto a la mujer como un objeto disfrutable y es por ello que no han podido entender el modo de una relación correcta.

En la cultura védica se enseña que todo hombre debe ver a toda mujer como si fuera su propia madre, exceptuando desde ya a la esposa de uno en el caso de las personas casadas, y de este modo, a través de un profundo respeto, se podrán establecer bases con mayor sinceridad de relacionamiento social.
Así de este modo, todas las escrituras recomiendan que el brahmacari vea a toda mujer como si fuera su propia madre, aunque algunas de ellas, debido a la carencia espiritual, no se comporten de este modo.

Srila Prabhupada, en una conversación en Seatle en 1968 dirigiéndose a sus discípulos masculinos les dijo, “Las mujeres no deben ser tratadas como inferiores, a veces, por supuesto, decimos que la mujer es la causa de la esclavitud para el hombre, pero esto no debe ser agravado. Debemos tratar muy bien a las mujeres que llegan. Después de todo, cualquiera que llegue a la conciencia de Krishna, sea hombre o mujer, es muy afortunado”.

El brahmacari debe esforzarse por establecerse en la modalidad de la bondad, ya que en la modalidad de la bondad se desarrolla el conocimiento y la renunciación, y de esta manera podrá obtener una mayor facilidad para mantener la visión correcta y así proteger su práctica de brahmacarya.

miércoles, 1 de julio de 2009

El sexo no es obligatorio



Apuntes de tomados de : “El sexo no es obligatorio” – Liz Hodgkinson



Si el celibato a pasado a despertar tanto rechazo, es porque se nos ha inducido a creer que el sexo es: a) necesario y b) natural.

Al ser no sexuales, los célibes tienden a ver a los otros como seres humanos individuales, y no simplemente como cuerpos, los cuales se pueden clasificar como atractivos o no atractivos, los cuales se pueden aceptar o rechazar.

Si tememos prescindir del sexo, es porque no comprendemos del todo qué es.

Celibato: la alternativa no sexual para relacionarnos con las personas.

Si observamos el reino animal (bioquímicamente no muy lejos del nuestro), descubriremos que ninguna especie siente deseos sexuales cuando no hay posibilidades de reproducción.

Cuanto más interesante es la vida de una persona en su verdadero sentido, menos sentirá ese individuo la falta de actividad sexual. En otras palabras: el sexo solo puede proporcionar falso entretenimiento y entusiasmo a una vida vacía y sin utilidad.


El sexo es el único proceso fìsico del que se podría prescindir toda una vida sin efectos necesariamente negativos.


El sexo puede llegar a volverse una adicción, pues es como una droga. A pesar de que las primeras experiencias son desagradables, una vez que se establece el hábito, se experimenta una gran incomodidad ante la privación.

El deseo sexual no es en principio, una necesidad fìsica; se origina en la mente. Es una necesidad imaginaria, no real.


La sexualidad imita el amor. Pues el sexo no es más necesario para la vida diaria que un vaso de whisky o una bomba de crema.


En el fondo sabemos que el contacto íntimo de los cuerpos representa una forma de intercambio comercial.

Por conveniencia, por complejos, o por motivos emocionales, etc., hemos decidido centrar los deseos, las expectativas y las frustraciones en la zona genital.

Las zonas genitales o erógenas, no se excitan solo ante la expectativa del acto sexual. Por ejemplo, es bien sabido que todos los hombres experimentan un orgasmo antes de que se los ejecute, pues miedo de cualquier tipo estimula el sistema de excitación del cuerpo, y las primeras partes en que se lo experimenta son las zonas erógenas.

Lo que llamamos deseos sexual, según Branko Bokun, es miedo en verdad. Tenemos miedo de nosotros mismos, de los otros, etc., e imaginamos que podemos disipar esos temores con la actividad sexual, pues los sentimos (a los temores) en la región sexual. Es bien sabido que durante las revoluciones y las guerras, épocas en que reina la inseguridad, aumenta notablemente la actividad sexual.

Ninguna sensación fìsica (sexo) podrá jamás aliviar los tormentos de la mente (miedos).

Lo que se llama la “excitación”, es simplemente un aumento de tensión nerviosa en el cuerpo.

La fantasía de que se experimenta una felicidad casi espiritual cuando se está en brazos de un ser amado, durante el acto sexual y después de él, es sólo eso: una fantasía.

Cualquiera sabe que el apetito fìsico de comida se satisface comiendo; nadie necesita leer libros ni ver películas que así nos lo demuestren. En cambio, cuando oímos decir que el apetito sexual se puede calmar mediante su practica, escuchamos y leemos hacerca de esto. Pero si prestamos atención nos daremos cuenta que hacemos esto, no es porque sepamos que es cierto, sino porque nos gustaría que lo fuera.

Cuando se emplea el sexo como manera de soportar los problemas, el hipotálamo (glándula situada en el cerebro, que controla la razón y las emociones) se ve inducido a pensar que los problemas han sido resueltos.

Mientras continuemos considerándonos principalmente como criaturas sexuales, seguiremos sintiéndonos reprimidos, frustrados e insatisfechos, por mucha actividad sexual que mantengamos.

Existen riesgos muy considerables de que los jóvenes desarrollen el hábito de esperar que otros cuiden de ellos, los hagan felices y los “completen”, si comienzan a mantener relaciones sexuales a edad temprana.



El sexo es sólo un acto fìsico, neutro en sí, y lo dotamos del significado que deseemos a cada momento.

Una niña que experimenta el sexo por primera vez a los 16 años (edad promedio en los 80’s), se arriesga a quedar fijada para siempre en la etapa adolescente, pues esperará siempre conseguir lo que quiere de la vida por medio de actitudes atractivas y seductoras. De esta menera el adolescente común rara vez se da cuenta que los demás existen y tienen sentimientos.

El celibato forzoso es tan malo como el sexo forzoso: en cuanto se percibe la falta de alternativa, se ven afectados la salud y posiblemente el funcionamiento mental.

Cuandoquiera que haya una relación sexual, habrá forzosamente momentos de hostilidad, pues el deseo y la satisfacción son diferentes en cada individuo, y jamás coinciden, al menos a largo plazo. De esta menera el acto sexual es, fundamental y necesariamente, un acto violento: el que lo llamemos violación o acto de amor depende sólo de las circunstancias.

Uno puede creer que desea la dimensión sexual, pero lo que realmente quiere es la fantasía, el modo en que desearía que eso fuera.

El hecho de que el sexo forme la base exclusiva de la relación, significa que ninguna de las partes siente respeto por la otra.

La intimidad de caracter sexual tiene el efecto de mantenernos en un estado de dependencia infantil, en el que buscamos constantemente a otras personas para que gratifiquen nuestros propios impulsos.


El sexo se ha convertido en un triste y equivocado sustituto de la autèntica intimidad.