Una de las cualidades del practicante de brahmacarya es que él no odia a nadie y mantiene una respetuosa distancia del sexo opuesto, también siente mucha generosidad para con todas las entidades vivientes y no se siente superior a aquellos que conviven en el ashram de grihasta, ya que el matrimonio es la tapasya donde se aplica para la familia aquello que se aprendió en la vivencia del ashram de brahmacari.
En fin de cuentas, mantener la practica de brahmacarya durante toda la vida será un glorioso premio para quienes han orado mucho por ello y han servido a su maestro espiritual con tanto esmero y dedicación como si tuvieran 10 hijos propios.
El brahmacari ashram no es para evitar la responsabilidad o el trabajo duro, mas bien es una oportunidad donde se aprende intensamente a trabajar para hacer felices a otros, vivir para servir es el lema, y no vivir para servirse de la bondad de otros, de esta manera el practicante se mantiene siempre humilde y feliz. Swami BA. Paramadvaiti
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